Polvorones de nuez , ¿Mexican wedding cookies?

¡Qué bonitas son las bodas! ¡Qué ilusión! ¡Cuántos proyectos! ¡Me encantan las bodas!


Estas galletas tienen como título mexican wedding cookies, es decir galletas de boda mexicanas. Bueno, pues honestamente NUNCA estuve de acuerdo con este título, ¿porqué? pues porque nunca he ido a una boda en donde se ofrezcan estas galletitas, hasta que hace 15 días mi hermana me dijo que fue a una boda y le regalaron unas galletas ¡deliciosas! ¿cuál fue mi sorpresa cuando me dijo que eran las mismísimas mexican wedding cookies?, que es lo mismo que los conocidísimos polvorones de nuez. 

Ahora sigo sin estar 100% convencida de este título, creo que la razón es por que a veces me causa conflicto las ideas que tienen en otros países sobre nuestro hermoso país, no es porque esté mal que estas galletas se ofrezcan en bodas sino el que piensen que “son las galletas que se dan siempre en todas las bodas mexicanas”, la verdad es una tontería mi conflicto, ¿Qué más da? ya no le voy a dar vueltas, es más ni caso me hagas  🙂

En fin, esta receta de polvorones de nuez es exquisita, en verdad se deshacen en la boca, es una galleta fina y deliciosa y muy fácil de hacer, además es super versátil, la masa la puedes usar como base para hacer polvorones de otros sabores como naranja, canela, limón, vainilla etc…

Te invito a que pruebes estas deliciosas galletas y las ofrezcas a tu familia y amigos en cualquier momento, creo que pueden ser un buen regalo en esta navidad que está ya a la puerta o quizá… en una boda.

Por otro lado, aprecio mucho cuando comparten alguna receta tan rica como esta conmigo, muchas gracias a Mary por compartir esta excelente receta  conmigo y ahora con todos a través del blog, gracias por tu generosidad.

Ingredientes:
 Para 80 galletas aprox.

270 gr. de mantequilla pomada o a temperatura ambiente
4 tazas de harina
1/2 taza de azúcar
200 gr. de nuez picada
Azúcar glass para espolvorear

Procedimiento:

La receta original es todo a mano, pero… perdón yo la hice en batidora y creo que el resultado es excelente, si gustas seguir el método tradicional, adelante 🙂

En el bowl de la batidora colocar la mantequilla y batirla a acremar junto con el azúcar.

Agregar poco  a poco el harina y seguir batiendo hasta integrar, MUY IMPORTANTE es no sobrebatir.

Agregar la nuez y con la mano amasar sólo lo suficiente hasta que logremos formar una bolita con la mano.

Si tus ingredientes no se logran juntar, agrega un chorrito de leche al tiempo o quita un poco de harina desde un principio, recuerda que cada harina es diferente y absorbe más o menos líquido.

Lo más importante es no amasar demasiado o sobrebatir, ya que te saldrán duras las galletas.

Hacer bolitas del tamaño de una nuez.

Colocar en la charola sobre papel estrella o encerado.

Meter al horno precalentado a 180°C, de 12 A 15 minutos, el tiempo dependerá de tu horno.

10 Sacar, dejar enfriar y revolcar sobre azúcar glass.

Aquí te dejo una idea muy linda para regalar tus galletitas para cualquier ocasión, me parece ¡Hermosa!

1. Meter 4 galletitas en una bolsa de celofán , engrapar.
2. Meter la bolsita de celofán en la bolsa de papel estrasa y engrapar.
3. Doblar una blonda a la mitad y pegarla con silicón.
4. Colocar el moñito y ¡Listo!


Bizcotelas Sinaloenses de “La Tita”


Esta entrada es para disfrutarse, es un tesoro, por favor continúa leyendo, ya verás por qué te lo digo, así que disponte a disfrutar con un cafecito o un té ésta linda historia.

En cada región de nuestro país tenemos diferentes tradiciones culinarias, en algunos lugares éstas han continuado hasta la fecha, algunas tradiciones desgraciadamente se han perdido y algunas están a punto de perderse, he aquí el último caso.



Estas lindas galletitas miniatura, las conocí por medio de una muy querida amiga, ella me platica que en Sinaloa las señoras en sus casas acostumbraban prepararlas en  grandes cantidades para bodas, navidades o eventos muy especiales, se juntaban varias de ellas para su elaboración, no un día sino varios, las guardaban y las entregaban a sus invitados como un presente muy especial y vaya que lo es, estas galletas llevan una gran dedicación en  tiempo, ahora entiendo porqué éstas galletitas cada vez se ven menos en los hogares sinaloenses, sé que se siguen elaborando de manera comercial, pero de manera hogareña y con tanta dedicación, no.





El tesoro de esta receta es de quién viene y ella es ” La Tita”. En México , y especialmente en donde vivo , se les dice “Tita” a la abuelita y “Tito” al abuelito, como diminutivo.


Yo sólamente tuve la oportunidad de convivir un día  con “La Tita”, en su fiesta de 105 años ( sí, has leído bien), así que, quién mejor para hablar de ella que su nuera, aquí transcribo un poco lo que me mandó mi amiga por correo, he quitado algunos párrafos para que no sea tan largo el escrito, por favor disfrútalo, no siempre se conoce la vida de alguien que vivió 106 años :



“Hola Pily:

Me pides que escriba algo de mi suegra brevemente y me parece empresa difícil porque ella no fue breve, tú sabes… 106 años de vida.. pues estaba llena de anécdotas.


Creo que los que van a leer esto la recordarán como una gran “charlista”era especialista en platicar, le encantaba hacerlo, además que generalmente era muy ameno todo lo que contaba. 


Platicaba mucho de su vida de niña y joven, ella nació en 1904 en Carricitos Sinaloa, vivía unos meses en su casa donde convivía con sus papás y hermanos. Los otros meses los pasaba en la Angostura con sus amadas tías Castro quienes eran grandes de edad y solteras, así que le dedicaban mucho tiempo, como ellas tuvieron mas acceso a la escuela, le enseñaron manualidades, costura, cosas de casa y buenos modales, contaba que siempre la enseñaron a estar derechita en la mesa y donde estuviera parada o sentada y yo creo que todos la recordamos así…perfectamente sentada o parada. , contaba que eran muy dulces con ella.

En sus años de juventud decidió estudiar taquimecanografía y creo que comercio, así que era muy buena para escribir a máquina, que no era muy común en esa época.
También en esos años tuvo un novio que se llamó Toño Monarres, con el cual los planes eran serios, pero decidió terminar con él porque soñó que su papá (de mi suegra) le decía que no se casara con él…. La verdad me impresiona su obediencia y el peso de la opinión de su papá aún en sueños.


Ya mas grande se casó con el General Macario Gaxiola, quien fue un hombre muy importante dentro de la política de su época, ella hablaba muuucho de él, lo admiraba profundamente, se sentía muy orgullosa de haber sido su esposa y por lo que me contaba creo que supo llevar muy bien su matrimonio, vi que supo aplicar muy bien los principios de ser “ayuda idónea” y “mujer virtuosa”; siempre me decía que “no es bueno que el esposo esté solo”. El resultado en su matrimonio fue que su marido a pesar de haber sido un hombre muy enérgico (revolucionario y militar) con ella fue amoroso y leal.

 Después de 14 años de matrimonio (sin haber tenido hijos) enviudó viviendo en México (porque el General era Senador de la República) pero decidió volver a Sinaloa para estar más cerca de su familia.  Ese año (1953)  también nació Fausto, hijo de su hermano Alejandro y contaba que desde que vio al bebé le gustó mucho (y la entiendo muy bien porque a mí también!!jaja), “el caso es que ella se sentía sola y se llevó a Fausto con ella para criarlo y educarlo como su hijo y la verdad es que lo hizo con mucho amor.

Yo la conocí cuando ya tenía 87 u 88 años y de las cosas que mas hacía, además de platicar cosas muy interesantes, coser ropa o tejer Frivolité era cocinar comidas saladas o postres muy ricos. 


Ella tenía una cualidad con la que nos hacía sentir bien a todos y era darnos gusto con algún platillo preferido por nosotros. 


Cocinar era una parte muy importante de su vida y la nuestra con ella, en su cocina aprendí muchas cosas de su vida, de sus principios, de sus alegrías, su ánimo por aprender, su dominio propio, oí consejos y también vi sus debilidades.


Cuántas cosas contó en la cocina…. “cállate Paco”, el venado que tenía con moño de color en el cuello, la ardilla que era muy perjuiciosa, Carricitos, La Angostura, La nina María, La Chaleca, las tías, La Revolución, sus hermanos, su boda, El Limoncito, cuando le quitaron a Raúl, el coyote al que mató, su negocio de pan,  Las Islas Marías, la historia de los muebles tallados,  la Madre Conchita, la expulsión de los chinos, la cena de gala con el Presidente de la República, el funeral con honores al General, los años como directora del hospicio, cuando la querían estafar con la paca de dinero, sus paseos al centro de Guadalajara, Cenit, sus asistidos, las tierras, su disfraz de japonesa y de Olga….violinista, el vals de sus 100 años, las Tres Gracias, la clase de pintura, “su muchachito y becho cabecha”, cuando cantaba las canciones que le dedicó el General (que asustaba a algunas jaja) en fin…. son tantas cosas! 


Te cuento que aún a sus 105 años iba en taxi al mercado de Abastos (casi nunca pedía que la lleváramos porque decía que estábamos muy ocupadas, que teníamos muchas “anchetas”), así que le pedía a la persona que trabajaba con ella,  que la acompañara y se iba a comprar todo lo que necesitaba para cocinar algo muy rico!

Yo creo que todos recordamos el chorizo, los pollos rellenos, las sopitas con mantequilla y sal, las albondiguitas de pollo, el famoso empuje con aceitunas,  los tamales de elote (que tenían que estar rebanados de una manera muy especial…me acuerdo de ella toda salpicada de la leche del elote tierno), el chutney de mango, etc, etc

Por supuesto que los postres ocupan un lugar muy especial en mis recuerdos, se acuerdan de las empanadas rellenas de mermelada de piña hecha también en casa?  de la capirotada, el pan de naranja, el ate de membrillo, el chocolate batido a mano, la empanadas rellenas de calabaza y sin duda lo mas cotizado eran las famosas BIZCOTELAS que siempre estaban escondidas!! (¿ya sabes por qué verdad Pily?) ah… y por cierto…….siempre había un “guardadito” para Faustito Raúl”.


Ahora te dejo con el tesoro de la entrada: la misma “Tita” a sus 105 años haciendo las bizcotelas, ¿quién mejor que ella nos puede enseñar?

Nuestra cita fué a las 10 am, primero la masa, luego aprender a hacer las figurillas, hacer y volver a hacer, que te queden del mismo tamaño para que se horneen bien, llenar tu charola y hornear… wow!!! esto nos llevó casi 6 horas y con 2 y hasta 4 personas trabajando, con razón “La Tita” dice tan feliz: “se acabó la masa, se acabó la masa “







Estas galletitas se tienen que disfrutar muuucho, porque llevan mucho trabajo detrás de ellas, yo las escondí 2 días para poder tomar la foto 😉


Transcribo la receta:

1 kg harina

1/2 Kg manteca inca (manteca vegetal)(margarina en España)
1/2 kg azúcar
1 vaso de leche tibia (pusimos una taza, un poco menos)
2 huevos

Procedimiento:

Batir la manteca hasta que esté lisa, se incorpora la harina, agregar el azúcar, huevos, leche y hacer una masa no muy manejada.
Hacerlo en una tina donde quepa muy bien. 😀
Hacer las figuritas (es muy importante invitar a alguien a hacerlas contigo para platicar porque si no va a estar muy pesado!!).
Engrasar las charolas y hornear a 150°, checar a los 20 minutos, si no están dejarlas 5 min más.
Deben de quedar claras, no muy doradas.


Hicimos todo a mano, nada de batidora





¡Listo Olguita!
Continuamos con las 800
que quedan por delante
😀
Bizcotelas, bizcotelas y más bizcotelas…
Con amor  para mi amiga y toda su familia, para que recuerden a “su Tita” con mucho amor, especialmente para Faustito Raúl, querido hijo de la Tita y todos aquellos sinaloenses que han buscado esta receta y que anhelan rescatar ésta tradición.

Para tí y para mí que nos gustan las recetas con historia .