Granola casera

Me encanta la granola y suelo prepararla con regularidad en casa por varios motivos, uno de ellos es porque me encanta decidir yo qué sabor quiero que tenga, canela, cardamomo, jengibre etc… otra por que yo le pongo la cantidad de cereal y semillas que me agrada, puedo también controlar lo dulce que quiero mi granola, qué tan tostada la quiero y por último también porque es mucho más económica que comprarla.

Ahora, que si hablamos de beneficios, ahí si que me quedo corta en lo que pueda decir, por esa razón y por el éxito que tuvo esta entrada en mi fb es que quiero compartir la receta contigo, sé que no es “la receta mexicana” pero pues es de esas recetas que vale la pena publicar aunque no siga el estilo por completo.

En muchas ocasiones me preocupa un poco la salud de nosotros los mexicanos, llevamos vergonzosamente el primer lugar en cuanto al índice de obesidad, es por eso que insisto tanto en la cantidad de aceite que usamos en nuestra comida.

En esta ocasión, quisiera hablar un poco sobre los beneficios de la avena, que en esta receta es el principal ingrediente.
Si quizás desayunas un poco de yogurth con unas dos cucharadas de granola te sentirás muy bien, con energía para todo el día o ¿Qué tal si a tus hijos en el licuado les pones un poco de granola? o si se les antoja algo dulce, o para el lunch les das una bolsita de granola, son hábitos que debemos ir introduciendo en nuestras familias para beneficio de cada uno de nosotros.

Veamos algunos beneficios de la avena:

+ Al ser una fuente de fibra natural, ayuda a la digestión
+ Contiene una gran cantidad de aminoácidos lo cual favorece a la depuración de toxinas del organismo.Así como limpia las paredes de las arterias, de esta forma disminuye el colesterol.

+ Ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre, esto es excelente noticia para los diabéticos.

+ Ayuda a la buena digestión.

+ Da la sensación de saciedad.

+ Es alta en su contenido proteínico 

+ Excelente fuente de energía.

+ Anticancerígena

+ Ayuda al sistema nervioso

Podría seguir hablando y hablando de la generosidad de la avena, pero creo que con estos elementos tienes muy buenos motivos para consumir avena y ¿Qué mejor que con esta excelente receta? 

Ingredientes:

3 tazas de avena entera 
1 1/2 tazas de almendras, nueces pecana, avellana, lo que gustes pero que en total sea esta cantidad
3/4 taza de miel de abeja (puede ser maple,agave combinada con 2 cucharadas de azúcar moscabado)
1/4 taza aceite de canola(coco, oliva, el que gustes)
2 tazas de semillas (girasol, calabaza, ajonjolí, linaza, cacahuates,etc…)
1 taza de coco rallado
1 taza de fruta seca ( pasas, arándano, etc…)
1 cucharadita de especias (canela en polvo, cardamomo, nuez moscada, jengibre) puedes poner de una o de varias
Procedimiento:
Mezclar en un tazón grande el cereal, con las nueces, semillas,coco, especias y pizca de sal, revolver con una pala.

Agregar, el aceite y la miel, revolver vigorosamente hasta que se integren perfectamente todos los ingredientes.

Coloca lo anterior en una charola engrasada y mete a hornear en horno precalentado a  150°C por 15 minutos y mover con una pala para que se tueste parejo.

Volver a meter al horno por unos 10 minutos, hasta que quede color ámbar.

Antes de sacar, coloca en una mesa papel encerado y vierte sobre el papel la granola, deja enfriar por completo.

¡Disfruta!

Fuente de información:
http://mejorconsalud.com/los-beneficios-de-consumir-avena-diariamente/

Receta basada y adaptada de:
http://www.buzzfeed.com/rachelysanders/how-to-make-the-best-granola-ever#.ukq2m0akmg

*Esta entrada fué patrocinada por Avena Canadiense

Tradicionales papas cocidas preparadas estilo Zamora

 Emocionada de sentarme a escribir a recordar… comienzo con un recuerdo, sigo con otro y otro, la sonrisa comienza a asomarse en mi rostro hasta que acaba en carcajadas.

¡Qué lindos son los recuerdos agradables! ¡Qué bonito recordar tu infancia y adolescencia con tanta alegría! Esa fue la mía, en una muy pequeña ciudad en el precioso estado de Michoacán: Zamora.

Estoy segura de que no es la ciudad más hermosa del estado, pero para mí al venir acompañada de tan bonitos recuerdos… lo es.

Recuerdo la libertad con la que jugábamos en la calle, amigos en todas las casas, la cercanía para transportarte de un lugar a otro, saludos en cada esquina, reuniones cálidas y ligeras, reír, mejores amigos desde el kinder, natación, deporte, juegos y más juegos y… la comida.

En Zamora puedes comer delicioso en cada esquina por la mañana , en la tarde o noche, puestos sin fin , churros, chinchayote, aguas frescas, nieve de garrafa, papas doradas, camote del cerro, cañas, mangos, tamales, hot-dogs, hamburguesas, tacos, enchiladas, sopes, pozole, etc… 

Todos en aquel tiempo y supongo que hasta la fecha acostumbrábamos (la mayoría sin permiso de los padres, sobretodo si eran doctores, ejem) comer en la calle, salir de la escuela por una papa o en la tarde por un chinchayote y un agua era lo más normal y lo sigue siendo hasta ahorita, hay familias que acostumbran salir cada tarde a la misma hora a comprar su papa, ¡Ah, qué cosa tan rica! 
Zamora es una ciudad agrícola, asentada en un valle muy fértil por lo que se puede encontrar muy buena papa, aunque en la actualidad su producción ha disminuido, también y mayormente se encuentran muchos más productos agrícolas de gran calidad como fresa, frambuesa, zarzamora etc… pero en esta ocasión quiero hablar de la papa.


Es normal y común encontrar puestos callejeros con diversidad de frutas como: mangos, papaya, sandía, piña etc.. también se ven chayotes cocidos, pepinos, jícamas y ¡Claro! Papas cocidas… sí, papas cocidas, tal cual, bueno, ni tal cual.


Los primeros puestos o más bien los más populares, cuentan los mas maduros :), que se encontraban uno fuera del Colegio Juana de Abaje con Don Polo , también afuera de Correos con Don Juan (el de la uña larga y overol de mezclilla), yo realmente de ellos no me acuerdo mucho, sólo muy poquito.

Yo recuerdo el que estaba afuera de mi Colegio,tuvieron que ayudarme a recordar su nombre: Mateo. ¡Claro! ¿Cómo olvidar a Mateo? Señor desaliñado, sombrero de paja, mal cortado el cabello, pantalón a la cadera, cinto a medio cerrar, camisa beige o “blanca” sucia y medio desfajada, bigote, lo más importante ¡Hojas de pirul en los oídos! Siempre, siempre traía sus hojas de pirul, ¿Por qué? No me lo explico, sería que le iba a dar un “aire” no sé.

Claro que me acuerdo también del Frijol y su super peinado en la esquina de Canadá, del Güero y su hijo en el Teco, etc…
Me llama la atención que al escuchar las anécdotas de aquella época de cada persona en estos puestos el común denominador es: uña larga, uña sucia, no se lavaban las manos, agua en una cubeta, sal de grano sucia… 

Un muy querido amigo dice que él recuerda que Mateo recogía los papelitos de estraza del suelo, ¡Ah! porque han de saber las nuevas generaciones que en nuestros tiempos (sueno a que estoy anciana y no) nos daban las papas, pepinos, jícamas, chinchayote y camote del cerro en cuadritos de papel estraza, chupábamos el papel jajaja, ¡Sí, leíste bien! chupábamos el papel para poder tomarnos el “juguito”, algunos se lo metían todo a la boca para poder sacar hasta el último sorbo del limón, sal y chile, algunas otras hasta se lo comían, jajaja, en fín… prosigo con la anécdota de mi amigo; se dice que Don Mateo recogía los papeles de estraza del suelo y tienen la leve sospecha de que… los reciclaba… :/ ¡jajajajajaja!! No lo dudo ni poquito.

Recuerdo también que a manera de brocha usaban unas hojas de maíz viejo, las metían al chile y con eso “embarraban” la jícama, ¡Claro que se usaba y usaba y usaba la misma brocha hasta que se caían de viejas! También usaban el cuchillo para embarrar la jícama de chile, su sal y limón escurriendo y ¡Claro la mugrita! como dicen algunos: “mugroso pero sabroso”
¡Claro! Junto a estas delicias estaban también los elotes asados, que la misma brocha servía para untarles chile,  y con la mitad de un limón le ponían la sal de grano, lo máximo era chupar el olote, ¡Wow! sabía exquisito 🙂 (Si me oyera mi amado padre)

Pues podemos decir nuestra generación y las anteriores que si sobrevivimos a esas sucias manos, agua y etc… ¿Qué nos hace lo de ahora? ¡Increíble! ¡No nos fíjabamos en eso, y si lo notábamos no nos importaba con tal de comer esas delicias! 

Zamorano que no es “changarrero” o “callejero” no es Zamorano. 

Me emocioné escribiendo anécdotas y no he explicado cómo son las papas. 

Esta papa, que es buenísima, se cuece con sal a fuego medio y aún tibias se llevan al puesto y tú escoges tu papa, hay de todos los precios, te la pelan, a manita por supuesto, la meten (ahora) a tu bolsa de plástico y te dan a escoger entre varios chiles, los más famosos son: chile negro en polvo, chile de aceite y chile verde, cada uno es riquísimo, pero la combinación de los tres es ¡Deliciosa! , en seguida le ponen muuucho limón y sal, pero de grano, entregan no sin antes darle su “movida” a la bolsa para que se incorporen los sabores, ¡Qué cosa tan más buena!


Bueno pues ¡Qué bonitos recuerdos! pero vamos a las recetas de los chiles que me las han pedido mucho.

Aclaro de nuevo, quizás hay mejores y diferentes recetas de éstas salsas, éstas me las compartió una amiga que cocina delicioso, las hice y son iguales a las de los puestos, también cabe aclarar que cada puesto tiene su sazón y variantes, tú puedes adaptar cada salsa a tu puesto favorito 🙂

Vamos a las sencillas recetas:

Chile Negro en polvo:

Ingredientes:

20 chiles de árbol asados,asa las semillas y los chiles a parte en el comal y pon la cantidad de semillas que gustes, entre más semillas pica más
1/4 de cucharadita de sal fina

Procedimiento:

Muele en la licuadora perfectamente todos los ingredientes hasta obtener un polvo del grosor a tu gusto.

* Algunas personas muelen una tortilla tatemada también

Salsa Verde de Chile Jalapeño:


Ingredientes:

4 chiles jalapeños
1/2 pepino chico pelado
Sal de grano al gusto
2 cucharadas de agua

Procedimiento:

Mete a la licuadora todos los ingredientes y muele a tu gusto

Prueba de sal

* Ten cuidado de no poner mucho pepino ni mucha agua porque no sabe rico

Chile de Aceite:


Ingredientes:

2 puños de chile de árbol (así me la dieron)
1 puño de cacahuate 
1 1/2 taza de aceite vegetal (por supuesto no de oliva por favor)
1 diente de ajo pequeño

En un sartén pon a calentar media taza de aceite a fuego medio.

vierte los chiles y deja que se doren, ten mucho cuidado de que no se pasen porque amargan.

Saca los chiles y ponlos en la licuadora

Ahora pon los cacahuates y el ajo en el aceite e igualmente que no se pasen de dorados.

Pon los cacahuates y ajo en el vaso de la licuadora y deja enfriar el aceite.

Una vez frío el aceite (muy importante que esté frío para evitar accidentes) licua muy bien todo y agrega el aceite restante, puedes aumentar la cantidad de aceite o disminuirla según tu gusto.

*Si este chile lo quieres para la comida, ponle ajonjolí en lugar de cacahuate

*También a esta salsa suelen molerle una tortilla tatemada


Manera de servir:

Cuece buenas papas, grandes en abundante agua con sal, que no se revienten.

Una vez tibias, pela y parte en rebanadas.

Agrega de un chile o de los tres a tu gusto, sal de grano y mucho limón.

¡Disfruta esta delicia!

Granita de Sandía

Comienza ya el verano, ¡Cómo se antoja comer algo rico, fresco, ligero y nada complicado!


Las mamás tenemos a nuestros chicos en casa, ellos dan vueltas a la cocina para ver qué pueden comer cada hora… algunas veces abren la alacena y dicen “no hay nada” , cuando dicen eso es porque no hay comida chatarra ahí, al menos esa es mi experiencia.

Así pues, en ocasiones la opción cuando queremos cuidar la salud de los niños, es nosotras mismas ponernos a trabajar haciendo ricos refrigerios, pero en ocasiones ni tiempo tenemos y con el calor que hace no se antoja mucho prender el horno, así que tengo una opción para tí , vamos a preparar Granita de Sandía.

La granita es una bebida parecida en su consistencia a un sorbete ligero. Se elabora con agua, azúcar y algunos aderezos, su origen es italiano, específicamente Sicilia, si bien se encuentra en toda Italia.

Las granitas es una opción super fresca para este tiempo, pero lo mejor super fácil de hacer y todavía un plus: ¡Riquísima!

Te invito a preparar esta deliciosa granita, créeme que te encantará y tus hijos van a querer que repitas y repitas esta receta.


Ingredientes:


½ sandía grande o 1 sandía pequeña sin semillas
½ taza de azúcar
3 cucharadas de jugo de limón


Procedimiento:

En la licuadora coloca la sandía en trozos pequeños sin semilla
Licua sin nada de agua, si necesitas remover para que se licue, adelante

Agrega el limón y el azúcar , si le falta agrega más de estos ingredientes a tu gusto, licua muy bien

Coloca el batido en un tazón y mete al congelador, es  mejor que tu recipiente sea de vidrio o acero inoxidable y lo más plano posible para que sea más rápido el proceso de congelación.

Yo cada que me acordaba después de unas dos horas, con un tenedor rompí los hielos, de tal forma que comienza a tomar forma de granita en pequeños trozos de hielo.

Obviamente entre más tiempo esté en el congelador es mejor, lo puedes dejar toda la noche y al día siguiente lo sacas unos 10 minutos al refrigerador y luego con el tenedor raspas el hielo, vuelve a meter al congelador.

Para servir, agrega cucharadas de la granita a un vaso coqueto y adorna con hojitas de menta o hierbabuena o quizás con un trozo de sandía.

VARIACIONES:

+ Agrega chile piquín o cualquier chile en polvo a la granita cuando la estés licuando.

+ En el momento de servir, en la orilla de cada vaso unta limón y mete la boca del vaso en chile en polvo , enseguida agrega la granita, adorna a tu gusto.

+ Cuando la granita esté servida, agrega una cucharada de chamoy y espolvorea con chile en polvo, adorna a tu gusto.

+ Esta misma receta viértela en moldes de paleta con rebanadas de kiwi u hojas de menta

+ Licua la granita con un poco de hojas de menta.

Receta adaptada de la Chef Mónica Patiño

Aguachile

Con el verano ¡Cómo se antojan las bebidas y platillos frescos! Los mariscos es uno de los ingredientes que en estas fechas se nos antojan más, cocktail de camarón y pulpo, ostiones, ceviche y ¡Claro! ¡Aguachile!

¿Qué es el aguachile? El aguachile es un platillo típico originario del estado de Sinaloa, este precioso estado es reconocido por poseer uno de los litorales más ricos en cuanto a especies marinas, donde se captura camarón, pargo, atún, lisa, almeja, callo de hacha, ostión y marlin entre otros; sin contar la gran variedad de pesca en agua dulce.

Esta delicia está hecha con camarones generalmente crudos , agua y chile combinados con pepino, cebolla morada, cilantro, dando como resultado como te imaginarás un platillo muy fresco el cual se acompaña con tostadas.
El origen del aguachile en la zona serrana de Sinaloa se hace originalmente con carne seca, agua hervida y los chiles originarios del estado: los chiles “chiltepines”, unos chiles redondos y pequeños que se dejan secar en la planta dándole un picor ( sobresaliente logrando un sabor muy característico.
En la sierra se hacía carne machaca, se le agregaba agua hirviendo y se le agregaban cinco o seis chiles de esa variedad. Con el tiempo se fueron bajando esos chiles a la ciudad y fueron llegando a las costas y es entonces cuando se hace una réplica de ese chile pero con el ingrediente estrella del estado: el camarón.
Tal y como leímos anteriormente el chile característico del aguachile es el chile chiltepín el cual yo no encontré en mi región, seguramente lo hay pero no muy a la mano, así que fue el único ingrediente que omití, si lo encuentras agrégalo y te saldrá muy rico.

Por otro lado y casi nada que ver con esta receta,  si gustas puedes seguirme en Twitter como: @pilycocina e Instagram en: lacocinadepily
Ingredientes:

½ kg de camarones pelados y desvenados
1 pepino pelado y cortado por la mitad, quita las semillas con cuchara
½ cebolla morada fileteada
Cilantro al gusto
3 chiles serranos ( más o menos dependiendo de tu gusto)
Chile chiltepín
½ taza jugo limón
Sal en grano
Pimienta
 
Procedimiento:
Licua muy bien el cilantro , jugo de limón, chiles  y un poco de sal.
Agrega la salsa licuada a los camarones
Ponle pimienta a tu gusto
Agrega el pepino y la cebolla
Revuelve y deja una hora en el refrigerador
Adorna con chile serrano cortado en rodajas y hojas de cilantro
Sirve en un plato al centro de la mesa y tostadas
Variaciones:
* Puedes dejar los camarones “cociendo” en el limón el tiempo que gustes ,  en algunos lugares los sirven enseguida después de ponerles el limón, a mí me gustan más “rositas”
* Si no quieres consumir el camarón “cocido “ en limón, ponlos a hervir un minuto en agua caliente y sigue con el procedimiento anterior.
* Si quieres que sepa a chile pero que no pique, quita semillas y venas al chile serrano
* Si quieres que pique más ponle chile habanero en rodajas o molido
* Puedes servirlo con aguacate

Camarones a la diabla ¡Riquísimos!

¿Qué te puedo decir de cómo quedó este platillo? ¡EX QUI SI TO! 
Hacía mucho tiempo que no sorprendía a mi familia o más bien ellos no me sorprendían a mí al decirme que qué deliciosa estaba la comida, comían y comían y decían ¡Delicioso! 

Así que por eso mismo quiero compartir la receta contigo.

Los camarones a la diabla es un típico platillo que se sirve en las playas de nuestro país, claro que también lo vemos en todas las ciudades.

Al decir que es un platillo típico de México no afirmo que es de origen mexicano ya que hay mucha controversia al respecto.

Estos riquísimos camarones y su salsa a la diabla puedes hacerlos tan picosos como gustes, en lo personal pocas veces los pido en algún restaurante ya que le tengo miedo al chile, pero hechos en casa no hay ningún problema, tú añades la cantidad de chile que gustes. 

Busqué muchas recetas y la que más me gustó es esta la cual adapté un poco de acuerdo a mi gusto.

Encontré recetas con un molito de chile morita y guajillo, la verdad no me gustó me pareció que iba a saber a mole con camarones, después encontré otras con mayonesa, salsa de botella, chile chipotle, en fín hay infinidad de variantes en esta receta.

Comparto contigo la receta que más me gustó a mí, espero te agrade a ti también.

Ingredientes:

400 gr de camarones
1/2 taza puré de tomate
1/4 taza catsup  
3 chiles de árbol remojados en agua caliente
1 ajo
1/4 de cebolla 
1-2 cucharadas de vinagre blanco según tu gusto
1 cucharada salsa Valentina (salsa picante)
Sal y pimienta al gusto


Procedimiento:

Limpia los camarones quitando la cabeza, cola, piel y desvenarlos abriendo el lomo y quitando la vena.
En un sartén amplio pon aceite de oliva un poco y mantequilla unas dos cucharadas, agrega los camarones, sal, pimienta y deja unos cinco minutos hasta que cambien de color.
Mientras tanto coloca en la licuadora todos los demás ingredientes, licua perfectamente.
Agrega esta salsa a los camarones y deja que se sazone un poco, prueba de sal y si quieres que pique más agrega más chile de árbol.
Sirve con arroz blanco, si gustas adorna con cilantro picado
¡Disfruta!